Actividades en el Algarve |
Dada su diversidad geográfica y su versatilidad, el Algarbe le ofrece montones de cosas que ver y que hacer. Las playas inundadas de sol ofrecen numerosas actividades recreativas y deportivas al visitante más activo, y muchas de las playas de la costa meridional ofrecen la posibilidad de navegar en canoa, practicar esquí acuático, jet skiing, kite-surfing, buceo, windsurf, navegación a vela, parasailing, o alquilar motos acuáticas, barcas de pedales y realizar excursiones en barcos panorámicos. El visitante más exigente tendrá la oportunidad de gozar de las delicias que le ofrece la playa de Terra Estreita, como conciertos de jazz en directo, talleres de sushi o cines al aire libre, mientras que los surfistas y body boarders más curtidos podrán medir sus fuerzas contra las potentes olas de las playas occidentales de Amado, Vale Figueiras, Ponta Ruiva y otras muchas más. Las cadenas montañosas del Algarbe esconden un gran número de tesoros. A 902 metros de altura, el mirador de Foia, situado en la cadena montañosa de Monchique, es una posición privilegiada para admirar las colinas circundantes. Los paseos por los senderos de montaña lo llevarán a través de riachuelos y matas de fresas, pinos, robles y castaños hasta llegar al pintoresco balneario de Monchique, con su yacimiento arqueológico romano. La ciudad de Monchique se encuentra a sólo 5 Km. de distancia y vale la pena pasear por sus sinuosas y estrechas calles, así como echar un vistazo a la arquitectura tradicional de sus casas encaladas con sus características chimeneas y su mampostería cincelada. En su paseo por las colinas del Algarbe, no olvide parar y degustar la cocina de las montañas, en la que el cerdo, el jamón ahumado y los platos de salchichas le mostrarán la enorme diferencia con la cocina de pescado de la costa. Los amantes de la naturaleza, sobre todo los ornitólogos, encontrarán su paraíso en el Algarbe. Podrán visitar en barco las 18.000 hectáreas de aguas tranquilas y protegidas del Parque Natural de Ria Formosa y apreciar la amplia variedad de fauna y flora que habita estas aguas. Las excursiones en barco que suben el río Guadiana le ofrecerán unas espléndidas vistas de la Reserva Natural de las marismas de Castro Marim, donde podrán admirar las aves migratorias y las legendarias salinas de Castro Marim. El legado de la historia del Algarbe se encuentra desperdigado por toda la región y es un importante testimonio de los antiguos colonos y de los acontecimientos históricos. En el Algarbe encontrará restos de monumentos monolíticos de los primeros habitantes, ruinas romanas, mezquitas y fortalezas árabes, vestigios de las expediciones de Enrique el Navegante que partieron de Sagres o los efectos del terremoto de 1755. Las ruinas romanas de Milreu y de Cerro da Vila, el castillo árabe de Silves del siglo XI y la brújula del siglo XV de Enrique el Navegante, ubicada en el Fuerte de Sagres, son sólo algunos de los ejemplos de la abundancia de monumentos históricos que encontrará. Una vez haya descubierto y saboreado los encantos naturales e históricos del Algarbe, quizás desee hacer algunas compras en algunas de las numerosas tiendas de la región. La mayoría de las principales ciudades costeras poseen centros urbanos pintorescos, ideales para pasear, para ir de compras y para admirar las muestras de artesanía local. Los centros comerciales más grandes son el Centro comercial del Algarbe, situado cerca de la Albufeira, el Forum Algarbe en Faro y el Centro Comercial La Quinta en el complejo Quinta do Lago. Además de numerosas tiendas, estos centros también albergan una gran cantidad de restaurantes, cines, boleras y supermercados. Comer fuera es indispensable en el Algarbe, donde las cenas al aire libre en las cálidas noches veraniegas no estarían completas sin una degustación del pescado y del marisco fresco de la zona. Tanto si son asados lentamente en la parrilla de carbón como servidos en un plato de cobre cerrado llamado "cataplana", las técnicas culinarias utilizadas conservan los sabores naturales de los alimentos. Los postres y los dulces tradicionales están hechos a base de productos típicos de la región, como higos, algarrobas o almendras. |