¿Se llama Holanda o los Países Bajos? |
Los coloridos campos de tulipanes y pintorescos molinos, construidos junto a las riberas de los canales, responden a un estereotipo de ‘cajita de bombones’ que no hace justicia a este pequeño rincón del continente europeo. El otro lado de la moneda son las opciones hedonistas para adultos y las despedidas de soltero. La verdad quizás la encontraremos en el medio y que también incluye las facetas anteriores. Los Países Bajos acogen un volumen turístico muy por encima de sus posibilidades geográficas. Muy pocos países en el mundo (especialmente si tenemos en cuenta su tamaño y una geografía marcada, digamos, por sus “problemas de verticalidad”) ofrecen tanta riqueza turística y hacen que visitarlos sea tan fácil, como este pequeño país de tamaño bolsillo casi hecho por el hombre. Holanda, los Países Bajos y el holandés. ¿Se siente confuso? Siga leyendo.... Holanda es, de hecho, una región de los Países Bajos, aunque incluso los mismos habitantes de los Países Bajos utilizan el término Holanda para referirse a la totalidad del país. Su afortunada ubicación en la crucial intersección en la que se funden las áreas económica y política más influyentes de Europa, combinada con su pequeña superficie y su historia y aptitudes comerciales han hecho posible la proyección de una imagen totalmente internacional. Un dato importante para los turistas: la mayoría de los holandeses habla cuatro idiomas (aunque no con el mismo nivel de fluidez) y el país está bien organizado para recibir a turistas extranjeros. El extremo norte es la parte menos visitada del país, debido quizás a sus no tan hospitalarios inviernos. En verano, sin embargo, las islas se llenan de familias procedentes del norte de los Países Bajos y de Alemania, lo que les da un toque muy típico del norte de Europa. Próxima parada: Escandinavia. Por otro lado, en el extremo sur del país, en un lugar llamado Maastricht, le costará saber si ha o no cruzado la frontera y ha entrado en Bélgica, o incluso en Francia. Los geranios, los preciosos balcones y los refinados bares y restaurantes reflejan una más que palpable joie de vivre. ¡Y todo esto en tan solo unos cientos de kilómetros! En el centro del país, junto al Mar del Norte, encontrará la razón por la cual la mayoría de personas visitan los Países Bajos: ¡Amsterdam! Una cosa es segura: la capital demuestra con creces por qué tiene la reputación que tiene. Aunque algunos la verán como una “Disneylandia para adultos” (especialmente durante los multitudinarios festivales como son, por ejemplo, el Día de la Reina o el Día del Orgullo Gay), Amsterdam también es una ciudad sofisticada, bonita, elegante, diferente y de gran interés cultural. Si sólo puede visitar un lugar de los Países Bajos, que sean los canales, las casas y las calles que conectan la ciudad de Amsterdam. Simplemente piérdase (lo que no requiere mucho esfuerzo a pesar de su reducidas dimensiones) por sus bellos canales y pintorescos puentes, déjese maravillar por los mercados de flores, las pequeñas pero interesantísimas tiendecitas y las aptitudes ciclistas de sus habitantes. Y una visita turística en barca, por muy “turística” que le pueda parecer, le dará otra perspectiva de la ciudad, resaltando la importancia de la relación que Amsterdam mantiene con el agua. Perfectamente ubicados a un centenar de metros el uno del otro, en una preciosa plaza, encontrará 3 magníficos museos que, juntos, son capaces de satisfacer la sed de los devoradores de cultura más exigentes. El Rijksmuseum está dedicado al arte y artesanía clásicos más tradicionales, el Stedelijk es un museo especializado en arte moderno y justo en el centro de la plaza se encuentra el arquitectónicamente impresionante Museo Van Gogh, cuyas exhibiciones, que reúnen el mayor número de obras de Van Gogh en un mismo sitio, atrae cada año a millones de personas. No espere que el resto de ciudades del país tengan el mismo sabor. Aún así, muchas ciudades holandesas tienen su propio encanto especial, además de que viajar por ellas es mucho más fácil que por cualquier otro país. A quince minutos en tren de Amsterdam encontrará la preciosa Haarlem. En la mayor parte del centro de esta compacta, acogedora y genuina población parece que los siglos no han pasado, a parte de encontrarse en las mejores condiciones en que jamás se haya encontrado anteriormente. Es, sin duda alguna, la ciudad perfecta para hacer una excursión de un día. Delft es tan popular como Haarlem, y por las mismas razones, pero con el factor añadido de la estrecha relación y conexiones que Vermeer mantuvo con ella. No intente identificar lugares que hayan quedado reflejados en sus cuadros, ya que todas y cada una de sus zonas son más que merecedoras de haber quedado inmortalizadas en sus lienzos. Las ciudades con mayor población, como son Utrecht, La Haya y Roterdam, no son tan adecuadas para callejear y están más orientadas hacia las visitas a atracciones concretas como edificios gubernamentales, las instituciones internacionales de La Haya o los museos y la arquitectura moderna de Roterdam. Pero si lo que quiere es tener una imagen más completa de Holanda, entonces aventúrese más allá de sus ciudades. Una buena manera de hacerlo es realizando una excursión al Parque Nacional De Hoge Veluwe, una extensa reserva natural que además acoge un sofisticado museo de arte y la magnífica residencia de los propietarios originales. Cualquier excursión por las zonas bucólicas (que sorprendentemente empiezan bien cerca de las ciudades), especialmente por los diques, le dejará recuerdos duraderos de esta tierra verde, calmada y saturada. Los Países Bajos: diferente, único y gratificante.
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